¿Pueden los productos medicinales de Cannabis influir en los resultados de la terapia con células madre?

Cada vez se encuentran mayores evidencias de la importancia del sistema de endocannabinoide en patrones del sueño, regulación del sistema inmune, de la microglía, intestino y otros órganos y tejidos. Mucha de esta información se ha obtenido al estudiar los efectos de los productos presentes en el aceite esencial obtenido de la planta de Cannabis Sativa. Esta se ha determinado que posee aproximadamente 400 compuestos diferentes y al menos 60 de ellos fueron clasificados como cannabinoides. De estos los de mayor interés terapéutica son el tetrahidroxicannabidiol (THC), responsable de los efectos psicotrópicos, y el CBD o cannabidiol.

El uso de productos de cannabis se está volviendo más común en la sociedad actual, y en la antigüedad ha sido utilizado con diversos fines médicos, recreacionales, ritualistas, incluso textiles desde aproximadamente 2.000 años A. de C. El cannabis ha existido en el mundo médico durante décadas.

El efecto biológico de estos compuestos en nuestro organismo se logra a través de la unión a receptores de membrana del sistema endocannabinoide conocidos como CB1 y CB2. Los receptores CB1 son muy abundantes en el SNC, cerebelo, hipocampo y ganglios basales, donde median la inhibición de varios neurotransmisores excitadores e inhibidores. Mientras que el receptor CB2 se expresa predominantemente en células del sistema inmune y hematopoyéticas. La amplia distribución de los receptores del sistema endocannabinoide nos da un indicio claro de que los cannabinoides se encuentran asociados a procesos celulares muy diversos.

La medicina regenerativa, siempre a la vanguardia y buscando nuevos productos, encuentra cada vez mayor interés en estos productos del cannabis y en especial de los efectos del CBD y sus beneficios para el tratamiento de muchas patologías degenerativas.   

Actualmente se están realizando numerosos estudios que permitan explicar la sinergia del tratamiento con productos medicinales de cannabis y la terapia con células madre.

Las células madre mesenquimales ejercen su efecto terapéutico en el organismo, porque son capaces de reconocer los tejidos con daño e inflamación y activan un efecto paracrino (angiogénico, anti apoptótico y anti fibrótico) en combinación con un efecto inmunomodulador, de las células residentes en los tejidos, induciendo reparación y regeneración. A pesar de que contamos con células madre en prácticamente todos nuestros tejidos, también se conoce que la cantidad de células madre que producimos y la potencia regenerativa, disminuye a medida que envejecemos, y se requieren terapias que puedan estimular esas células madre residentes en nuestros tejidos para prevenir o detener los procesos degenerativos y las patologías asociadas a ellos.

Por otra parte, el uso de productos del cannabis con fines terapéuticos sigue creciendo. La industria médica ha desarrollado varios quimiotipos utilizando los componentes y compuestos que se encuentran en el cannabis. De la planta extraen el aceite esencial y según el proceso de extracción y la especie utilizada, es posible preparar formulaciones que varían en pureza, potencia y proporciones de los principales componentes, CBD y THC, para adaptarse a una amplia gama de usos medicinales.

Los usos modernos de los cannabinoides incluyen tratamientos para el dolor neuropático, espasticidad muscular, epilepsia, enfermedades neurodegenerativas y enfermedades crónicas. Incluso se han utilizado para combatir los trastornos alimentarios y la pérdida de peso en personas con VIH. Esta gran cantidad de propiedades ha llevado a muchos a creer que el cannabis es una «planta milagrosa».

¿Qué pueden tratar los cannabinoides?

Uno de los usos más comunes de los cannabinoides médicos ha sido el cannabidiol o CBD. En su presentación de aceite, se puede ingerir fácilmente y tiene mucho de los efectos beneficiosos del cannabis sin los efectos que alteran la mente, debido al  THC. Los usos típicos son para el tratamiento de la ansiedad, la cognición, los trastornos del movimiento y el dolor crónico.

Adicional, se describen diversas propiedades antiinflamatorias en general, y uno de los efectos más relevante, sobre el sistema nervioso (SN), es su capacidad de regular la microglía, sistema inmune propio del SN, y responsable de muchas de las patologías degenerativas en este sistema.

En combinación con la terapia celular, la medicina regenerativa también utiliza métodos naturales y alternativos para curar el cuerpo y prevenir los síntomas dañinos de los trastornos comunes.

En el 2014, el grupo del Dr. Hinz, de la Universidad de Rostock, Alemania, demostraron que el CBD promovía la migración de las células madre mesenquimales y su diferenciación a osteoblastos, que son las células formadoras de nuevo tejido óseo. Lo que explica el efecto anabólico del CBD en el tejido óseo, y apoya el utilizar ambas terapias combinadas aprovechando el efecto osteoanabólico del CBD sobre las células madre, en el tratamiento de procesos como osteoporosis y regeneración ósea en general.

En estudios in vitro, empleando células madre mesenquimales, el grupo de la Dra. Mazzon2,3, en Italia, encontraron que el tratamiento con concentraciones bajas de CBD regula por inhibición, la expresión de genes asociados al desarrollo de las placas beta amiloides responsables del desarrollo del Alzheimer. Y en el 2019 reportan que el efecto antiinflamatorio de bajas dosis de CBD en células mesenquimales, esta mediado porque estimula en estas células el fenotipo antiinflamatorio, es decir disminuye la expresión de IL-1 y estimula la expresión de la ruta del TGF-beta.

Si bien se necesitan otros estudios, la evidencia hasta ahora apunta a una relación altamente beneficiosa entre la terapia con células madre y los productos de cannabis medicinal.

Fuentes:

  1. Schmuhl, E. et al. Schmuhl, E., Ramer, R., Salamon, A., Peters, K., & Hinz, B. (2014). Biochemical pharmacology, 87(3), 489-501. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0006295213007478.
  2. Diomede, F. et al, (2017). International journal of molecular sciences,18(1), 26. https://www.mdpi.com/1422-0067/18/1/26.
  3. Chiricosta, L. et al. (2019). International journal of molecular sciences, 20(23), 6039. https://www.mdpi.com/1422-0067/20/23/6039.

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