La terapia celular con células no-hematopoyéticas en Colombia.

Finalizó el 2020. Un año atípico donde la aparición del SARS-CoV-2 cambió en muchos niveles la vida de todos en este mundo globalizado. Muchas personas están esperando y confían en que una vacuna podría restablecer «la normalidad” a nivel mundial. Sin embargo, los más escépticos sabemos que no hay retorno a la antigua normalidad, especialmente en lo que se refiere a todo lo relacionado con el área de la salud, donde el COVID19 nos ha hecho reflexionar sobre la importancia de todos los hábitos de vida que nos toca modificar y que el planeta en general nos lo está exigiendo a gritos.

Hace un año, la mayoría de nosotros podía usar la palabra “cuarentena” a modo de juego, y palabras como “uso obligatorio del tapabocas” o “distancia social” eran términos que ni siquiera existían en nuestro lenguaje cotidiano. Hoy en día son parte de nuestro repertorio diario, ya que la pandemia de COVID-19 continúa afectando todos los aspectos de nuestras vidas y nos toca seguir transitando muchos de esos cambios en este 2021 que apenas comienza.

Al revisar las noticias a nivel mundial encontramos que la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de una atención médica eficaz, accesible y asequible. Incluso antes de que comenzara la crisis, la gente de los países en desarrollo ya pagaba de su bolsillo más de medio billón de dólares por atención médica. Este gasto costoso causa dificultades financieras a más de 900 millones de personas y empuja a casi 90 millones de personas a la pobreza extrema cada año, una dinámica casi con certeza exacerbada por la pandemia1.  Por suerte, para los que vivimos en Colombia tenemos la fortuna de contar un sistema más equitativo que otros países de Latinoamérica.

El sistema general de seguridad social integral vigente en Colombia está reglamentado por la Ley 100, expedida el 23 de diciembre de 1993. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud Colombia para el año 2000 se encontraba en el puesto 22 de 191 países, por su desempeño general del sistema de salud. Y en la actualidad se puede decir que Colombia es el país de América Latina con la cobertura más alta en salud, superando el 95% de su población2.  

En un excelente y resumido análisis publicado por Alejandro Gaviria, actual rector de la Universidad de los Andes, se describen los mayores alcances que tuvo la reforma para el sistema de salud colombiano:

“La reforma aumentó el gasto público en salud, incentivó la inversión privada y tuvo un impacto social significativo. La brecha en el uso de servicios de salud se redujo sustancialmente. Por ejemplo, la diferencia entre ricos y pobres en el porcentaje de mujeres con atención médica en el parto pasó de 60 puntos en 1993 a menos de cinco puntos en la actualidad. Aproximadamente 30 mil pacientes renales crónicos reciben diálisis semanalmente en Colombia. Más de diez mil pertenecen al RS. Antes de la reforma estos pacientes estaban condenados a una muerte segura por cuenta de su falta de recursos económicos para cubrir los tratamientos.

Quizás el logro más importante de la reforma ocurrió en el área de la protección financiera. Antes de la reforma, una enfermedad de alto costo representaba la ruina para miles de familias que, en medio de la enfermedad, debían vender sus viviendas y negocios o asumir deudas impagables. El acceso estaba mediado por la capacidad de pago. Muchos médicos, anticipando la ruina financiera, omitían las alternativas terapéuticas a los pacientes más pobres que no iban a poder pagarlos en todo caso. Todo eso cambió. Actualmente Colombia tiene uno de los menores gastos de bolsillo (en términos relativos) de todos los países en desarrollo. La experiencia colombiana es estudiada en el mundo entero como un ejemplo de progreso en cobertura y equidad.

La reforma también condujo a un empoderamiento de la gente, a la consolidación de la salud como un derecho, no solo en la jurisprudencia o en la ley, sino también en la mente de las personas. En muchos países de la región, todavía los ciudadanos aceptan pasivamente la imposibilidad de acceder a tratamientos muy costosos (hacen colectas populares, conforman mecanismos informales de aseguramiento, etc.). En Colombia no. Los ciudadanos conocen sus derechos y los exigen con vehemencia. El aseguramiento universal contribuyó a esta realidad política.”.

Vale la pena entonces afirmar que el Sistema de Salud de Colombia ha permitido que, ante esta tragedia mundial que representa la pandemia por COVID19 haya sido posible atender las enormes e insospechadas exigencias que esta crisis mundial en el sector salud supone.

Y ¿por qué hablar del sistema de salud de Colombia, en este espacio dedicado a temas de Medicina Regenerativa e Ingeniería de tejidos?

La pandemia por COVID19 ha servido para orientar y poner en relevancia las potenciales ventajas que estas nuevas tecnologías ofrecen en la búsqueda de nuevas y mejores abordajes terapéuticos para la población en general, y en Colombia este 2020 ha traído importantes noticias en este sentido.

En el mundo se reportan más de 900 estudios clínicos que investigan la aplicación terapéutica de células madre mesenquimales o sus derivados (exosomas) en el tratamiento de diversas patologías: nefropatía diabética, diabetes tipo 2, esclerosis múltiple, Síndrome de Sjogren, fallo hepático, solo para mencionar algunas (Clinicaltrials.gov 3,). De estos, alrededor de 504 son para el tratamiento del COVID19.

En un metaanálisis del Dr. Chen y colaboradores5, reportan resultados como el de un paciente de 65 años de edad críticamente enfermo con COVID-19 recibió tratamiento alogénico con MSC de cordón umbilical (o gelatina de Wharton), al cual le fueron suministradas 3 infusiones de 5×107 células con un intervalo de 3 días, entre cada aplicación; encontrando que el paciente pudo ser desconectado del ventilador y podía caminar después de la segunda infusión. En este estudio no se observaron efectos secundarios. En otro estudio, 7 pacientes con COVID-19, uno críticamente severo, cuatro severos y dos leves a moderados, recibieron una única dosis intravenosa de MSC (1×106 células/kg de peso corporal). Los pacientes tuvieron mejoras significativas en los síntomas clínicos 2 días después del trasplante, un paciente grave y dos leves fueron dados de alta del hospital el día 10 y el seguimiento de 14 días no mostró efectos adversos. Resultados como estos impulsaron a instituciones de diversos países a evaluar la bioseguridad y eficacia de estas terapias. Durante el primer semestre de 2020 se registraron 111 ensayos clínicos que propusieron prevenir o tratar los síntomas del COVID-19 con terapia celular. Los ensayos de terapia celular COVID-19 se registraron en 22 países y el 59% aparecen en ClinicalTrials.gov, mientras que el resto solo se puede encontrar en otros registros. De estos, 53 (48%) utilizan explícitamente células de fuentes perinatales6.

Y cuando hablamos de investigación en estos temas tan avanzados, pensaríamos que solo se están haciendo en países desarrollados, y que en Colombia aún podríamos estar muy lejos de que estas terapias puedan estar accesibles para el público en general.

La buena noticia, que nos trajo el 2020, es que en realidad en Colombia se venia trabajando desde hace mas de 15 años en estás nuevas tecnologías en salud, y que la pandemia más bien lo que ha hecho es acelerar la transición entre la investigación y el poder aplicar estas terapias a los pacientes, con dos sendas noticias publicadas a finales de año:

En Octubre 2020, el INVIMA aprueba el estudio BIOXSOMCOV001: Eficacia y seguridad de la aplicación venosa de células madre mesenquimales derivadas de la gelatina de Wharton del cordón umbilical adicionado a terapia estándar para el tratamiento de pacientes con diagnóstico de covid19, un ensayo clínico aleatorizado controlado. Realizado conjuntamente entre Bioxcellerator, una clínica de Estados Unidos con sede en Medellín y la Clínica Somer, ubicada en la localidad de Rio Negro.

Y el 22 de diciembre del 2020, se inaugura en Bogotá una Sala Blanca o unidad integrada para la manufacturación de productos para terapias celulares, procesamiento de sangre de cordón umbilical y laboratorios de investigación, que contará con las condiciones necesarias para la producción de este tipo de medicamentos, la cual se encuentra operativa en el Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (IDCBIS), antes Hemocentro Distrital, bajo la dirección del Dr. Bernardo Camacho.

Desde INGECELL celebramos el éxito de estos estudios y de las instituciones, como el IDCBIS y la Clínica Somer, quienes lo llevan a cabo. Y por ello ponemos a la disposición de los profesionales de la salud y de las instituciones que aún no se han preparado para esta onda expansiva en medicina, nuestros servicios de asesoría y acompañamiento, para que:

  • Si eres profesional de la salud y te interesa certificarte, tenemos cursos de actualización (educación continuada) y el diplomado en “esenciales en medicina regenerativa”, donde podrás adquirir las habilidades y competencias en estos temas.
  • Si eres una institución prestadora de servicios de Salud, y quieres implementar, adecuar o en términos generales, poder brindar estas terapias a tus pacientes, recibirás la orientación tanto técnica como comercial apropiada para pueda adecuar sus instalaciones, recibir acompañamiento en la planificación y toma de decisiones de sus respectivos planes de desarrollo institucional y definitivamente entrar a formar parte de las instituciones de vanguardia en medicina.

En INGECELL le brindamos toda la información y orientación que requiera para la implementación y uso de las terapias avanzadas. Contáctenos al whatsapp +57 3505310687 o por nuestro email info@ingecell.com

Fuentes:

  1. The Year in Review: 2020 in 20 Visualizations, por Nick Routley https://www.visualcapitalist.com/year-review-2020-in-20-visualizations/. Consultado el 01/01/2021.
  2.  «¿Qué pasa con la calidad del sistema de salud en Colombia?». https://www.dinero.com/pais/articulo/cual-es-el-problema-del-sistema-de-salud-colombiano/263731  Dinero. 11 de enero de 2018. Consultado el 02/01/2020.
  3. Estudios clínicos con células madre mesenquimales. Clinicaltrials.gov. https://clinicaltrials.gov/ct2/results?cond=Mesenchymal+Stem+cell Consultado el 01/01/2020.
  4. Estudios clínicos utilizando Células madre Mesenquimales para tratar el COVID19. Clinicaltrials.gov. https://clinicaltrials.gov/ct2/results?cond=Mesenchymal+Stem+cell&term=COVID19&cntry=&state=&city=&dist=&Search=Search  Revisado el 01/01/2021.
  5. Chen, Y., Zhang, Q., Peng, W., Liu, D., You, Y., Liu, X., … & Zhang, T. (2020). Efficacy and safety of mesenchymal stem cells for the treatment of patients infected with COVID-19: a systematic review and meta-analysis protocol. BMJ open10(12), e042085. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2020-042085  
  6. Verter, F., & Couto, P. S. (2020). Development of COVID‐19 Therapies from Birthing Tissues and Cord Blood. Stem Cells Translational Medicine9(Suppl 1), S15. https://doi.org/10.1002/sctm.12818

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